El avance de la Inteligencia Artificial ha generado tanto interés como inquietud en empresas y usuarios alrededor del mundo. Según Google Trends, las búsquedas relacionadas con la utilidad y forma de aplicación de la IA en la vida cotidiana han crecido en un 5000% en España desde el año anterior, marcando un aumento del 290% respecto al período previo. Es innegable que la IA ha cobrado un papel protagonista en múltiples ámbitos como la medicina, la educación, la comunicación, la ecología y el desarrollo tecnológico, alterando nuestra forma de consumir, trabajar y comunicarnos.

La capacidad de la IA para aprender y comprender patrones, tal como apunta Matt Britin, presidente de Google para Europa, Oriente Medio y África, la convierte en una tecnología superior, capaz de afrontar tareas que hasta hace poco eran exclusivas del humano. La IA puede realizar tareas repetitivas de forma más rápida y precisa, potenciando la productividad y reduciendo el agotamiento mental. Para el 96% de los usuarios, la IA ha permitido aumentar su eficacia en tareas cotidianas.

A pesar de sus beneficios, su implementación en los entornos laborales no ha estado exenta de controversia. El temor a ser reemplazados por máquinas, un sentimiento que ha acompañado a cada nueva tecnología, ha vuelto a florecer. Estudios recientes de Indeed muestran que hasta diez trabajos, entre ellos repartidores, asistentes de medicina y técnicos, podrían verse amenazados a corto plazo por la IA.

Sin embargo, esta visión fatalista es solo una parte de la realidad. Muchos expertos insisten en que la IA actuará como un asistente en el trabajo, más que como un sustituto total del recurso humano. La IA, por ejemplo, permite a las marcas crear logotipos e imágenes innovadoras para presentaciones de proyectos, aumentando la creatividad y productividad.

El debate sobre si la IA será una aliada o un enemigo en el entorno de trabajo continúa. Lo que no admite discusión es que ha llegado para quedarse. Ahora queda en nuestras manos decidir el papel que desempeñará y cómo adaptarnos para aprovechar al máximo su potencial.