En la última década, la digitalización ha transformado radicalmente el panorama comercial. Específicamente, en España, se ha producido un notable cambio en los hábitos de compra, con un considerable aumento de la confianza en el comercio online. Prueba de ello es que, hoy en día, el 70% de los consumidores españoles se considera un e-shopper.

El auge del comercio online en el país se debe a varios factores. Entre ellos, la creciente familiaridad con las tecnologías digitales y la comodidad de comprar desde casa o cualquier lugar, evitando así el desplazamiento hasta la tienda física. Otros motivos significativos incluyen la posibilidad de comparar precios fácilmente, la disponibilidad 24/7 y la diversidad de los productos ofertados.

El perfil del e-shopper español ha evolucionado significativamente en los últimos años. Aunque los jóvenes continúan siendo los principales usuarios del comercio electrónico, cada vez son más las personas mayores que se suman a esta modalidad de compra. La confianza en las transacciones online y en los sistemas de pagos seguros también ha aumentado, impulsando aún más la popularidad del comercio electrónico.

No obstante, aunque el comercio online está ganando terreno, las tiendas físicas siguen jugando un papel clave en el sector retail. De hecho, muchos consumidores siguen prefiriendo la experiencia de compra en tienda física, por la posibilidad de ver, tocar y probar los productos antes de adquirirlos.

En este sentido, y a pesar del avance del e-commerce, se hace primordial para las marcas el mantener un equilibrio entre sus tiendas físicas y su presencia online, tratando de ofrecer a sus clientes la mejor experiencia en ambos canales. De esta forma, lograrán mantenerse competitivos en este mercado cada vez más digital.