A las alturas del año en la que nos encontramos y después de todo lo que ha ocurrido en este 2020, podemos asumir que hay una serie de cambios que seguirán activos en el medio plazo, en caso de que no se conviertan en permanentes.
El teletrabajo, las videoconferencias, las reuniones telemáticas, la formación online, el comercio electrónico y el marketing digital ha sido potenciado de forma enorme y lo seguirá siendo.
Estas soluciones, que ya se encontraban ahí, tienen un elemento común en su respuesta digital a la situación que estamos viviendo. La transformación digital, al producirse de forma abrupta, ha generado una serie de disfunciones que solo lograrán superar quienes tengan voluntad de adaptación.
Esa capacidad de adaptación de los modelos de negocio, a su vertiente digital, seguramente será definitoria a la hora de la supervivencia a la nueva realidad, la que estamos viviendo y la que nos encontraremos cuando termine esta fase.
